MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Para ser profesora tuve que estudiar en la Normal Bilingüe e Intercultural del estado de Oaxaca, al egresar de la escuela el IEEPO me contrató como profesora de la educación indígena de la D-I-213 y de la zona escolar núm. 120 localizada en la comunidad de San Jerónimo Tecoatl, de la región cañada y del estado de Oaxaca.
Desde que empecé mi trabajo como docente trato de iniciar cada día con mucho entusiasmo para que los alumnos aprendan algo nuevo en cada día, para esto planeo todos los días, en caso de que no haya terminado de desarrollar algún contenido programado para ese día, continuo con el tema al día siguiente pero con otras actividades que refuercen el tema. Cuando algún alumno se le dificulta entender y desarrollar un tema, le dedico más tiempo de manera individual por las tardes, con la finalidad de realizar junto con él otras actividades que le facilite su comprensión y adquisición de la misma.
Ser profesor no es una tarea fácil, ya que en nuestras manos los padres de familia dejan la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos como buenos ciudadanos, ellos tienen la esperanza de que sus hijos aprendan cosas que les servirán en su vida cotidiana. Por esta razón trato de hacer lo mejor de mi trabajo dentro de la docencia, planeando con anterioridad y preparando mis materiales didácticos de acuerdo al tema que abordaría.
Me da gusto que existan padres familia que se acercan con los profesores a preguntar sobre la educación de sus hijos, me parece importante porque de esta manera nos ayudarán a mejorar nuestro trabajo como docentes, lo triste es que son pocos los padres de familia responsable en cuanto a la educación de sus hijos. Pienso que si la mayoría de los padres de familia de nuestros grupos fueran responsable y atento a la educación que reciben sus hijos en las escuelas, el resultado de la educación sería diferente porque tendremos el apoyo de ellos en sus casas, lamentablemente los padres de familia de nuestras comunidades rurales se preocupan más por la sustentación de la familia.
sábado, 5 de junio de 2010
MI AVENTURA COMO DOCENTE
Siempre soñé con ser profesora de la educación, con la finalidad de colaborar en la formación de la niñez de mi pueblo, más nunca pensé que fuera una tarea tan complicada y de mucha responsabilidad profesional, imaginaba que los profesores solamente llegaban en los salones de clase, contestando juntos con los niños algunas páginas de sus libros de textos gratuitos, girados por la SEP para las escuelas públicas.
Tiempo después, cumplí con mi sueño al ingresar en la Escuela Normal Bilingüe, dedicada a la formación de los futuros docentes que atenderían a la niñez de las comunidades indígenas. En el transcurso de la formación educativa, recibí muchas teorías educativas acerca del trabajo pedagógico, imaginando que la tarea educativa de un docente sería fácil con los conocimientos adquiridos durante estos ciclos escolares, sin embargo la realidad fue otra, al estar frente a un grupo de alumnos siendo como la única responsable, de que los alumnos del primer grado lograran el dominio de la lectura y escritura. Aún más, el IEEPO me ubicó en la región mazateca siendo hablante de la lengua mixteca de la costa del estado de Oaxaca, nada tenía que ver con mi área lingüística ni mi variante dialectal.
Por lo anterior, coincido con el autor José Manuel Esteves cuando afirma que se aprende a ser docente por ensayo y por error, y no por la teorías que recibimos en la escuelas Normales que supuestamente preparan a los futuros profesores de la educación, con la finalidad de obtener una mejor calidad educativa, se debe a la disociación de la teoría con la práctica pedagógica. Lo cierto es que nadie nos enseña a ser profesor, sino a través de nuestras dificultades y triunfos que vivimos diariamente en nuestra labor educativa.
Considero fundamental rescatar la propuesta del profesor de la educación secundaria Fernando Corbalán en la ponencia titulada “La aventura de ser maestro” cuando dice: que nuestra primera tarea debería crear inquietudes, propiciar la atmósfera de la investigación, tanto en los alumnos como el profesor. Además debemos romper las barreras de nuestras limitaciones construyendo nuestra propia identidad, nos conlleva a la reflexión constante de nuestra práctica educativa, fundamentando con algunos autores que propongan algunas actividades favorables. Además debemos ser interlocutores entre la ciencia y los alumnos, dominando las técnicas básicas de la comunicación, porque la lengua es la facultad que permite la comunicación social, el acceso al conocimiento, la organización del pensamiento, la representación de la realidad y la regulación de las conductas.
Siempre soñé con ser profesora de la educación, con la finalidad de colaborar en la formación de la niñez de mi pueblo, más nunca pensé que fuera una tarea tan complicada y de mucha responsabilidad profesional, imaginaba que los profesores solamente llegaban en los salones de clase, contestando juntos con los niños algunas páginas de sus libros de textos gratuitos, girados por la SEP para las escuelas públicas.
Tiempo después, cumplí con mi sueño al ingresar en la Escuela Normal Bilingüe, dedicada a la formación de los futuros docentes que atenderían a la niñez de las comunidades indígenas. En el transcurso de la formación educativa, recibí muchas teorías educativas acerca del trabajo pedagógico, imaginando que la tarea educativa de un docente sería fácil con los conocimientos adquiridos durante estos ciclos escolares, sin embargo la realidad fue otra, al estar frente a un grupo de alumnos siendo como la única responsable, de que los alumnos del primer grado lograran el dominio de la lectura y escritura. Aún más, el IEEPO me ubicó en la región mazateca siendo hablante de la lengua mixteca de la costa del estado de Oaxaca, nada tenía que ver con mi área lingüística ni mi variante dialectal.
Por lo anterior, coincido con el autor José Manuel Esteves cuando afirma que se aprende a ser docente por ensayo y por error, y no por la teorías que recibimos en la escuelas Normales que supuestamente preparan a los futuros profesores de la educación, con la finalidad de obtener una mejor calidad educativa, se debe a la disociación de la teoría con la práctica pedagógica. Lo cierto es que nadie nos enseña a ser profesor, sino a través de nuestras dificultades y triunfos que vivimos diariamente en nuestra labor educativa.
Considero fundamental rescatar la propuesta del profesor de la educación secundaria Fernando Corbalán en la ponencia titulada “La aventura de ser maestro” cuando dice: que nuestra primera tarea debería crear inquietudes, propiciar la atmósfera de la investigación, tanto en los alumnos como el profesor. Además debemos romper las barreras de nuestras limitaciones construyendo nuestra propia identidad, nos conlleva a la reflexión constante de nuestra práctica educativa, fundamentando con algunos autores que propongan algunas actividades favorables. Además debemos ser interlocutores entre la ciencia y los alumnos, dominando las técnicas básicas de la comunicación, porque la lengua es la facultad que permite la comunicación social, el acceso al conocimiento, la organización del pensamiento, la representación de la realidad y la regulación de las conductas.
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